Así lo sentencia el Señor Estado en estos días, con la firmeza de quien se yergue con la espada de la justicia solucionando definitivamente todos los males de la nación bananera: "Consuma lo que el Paraguay produce, produzca lo que el Paraguay consume". Si la memoria no me falla era un slogan de cierto candidato a la presidencia de la república en las últimas elecciones... pero ese es otro tema. Lo cierto es que el principio económico que ahora el gobierno hace suyo, siempre utilizando como norte la ideología socialista evidentemente, flamea como renovado anuncio de “paz y progreso” (propaganda del Dictador Stroessner) encantando a todo el que lo lee y repite, es una frasecita tan pegajosa y tiene tanto sentido, ¡es como una oración capicúa! Pues bien, analizando un poquito nomás el sentido del slogan se desprende una terrible idea, un principio que claramente niega en su totalidad el libre mercado y fundamento de la economía moderna (civilizada), y lo peor de todo, que no es una inocente y simple frase sino la realidad a la que nos arrastra lentamente el nuevo sistema. "Consuma lo que el Paraguay produce..." no significa otra cosa que la negación del derecho a consumir productos importados, es decir, mediante trabas de aduana y competencia desleal - y no me refiero a la supuesta competencia desleal que sufren los que pagan impuestos contra los que practican contrabando, y en este punto se debe analizar si los impuestos a la importación y exportación son justificados - que es la creada por los subsidios que otorga el estado a ciertos productores aunque sus productos no sean rentables. Eso implica que aunque a mi me guste consumir Mc. Donald's, Coca Cola, Aceite de Oliva, pescados y frutos de mar aunque sean en conserva, frutas brillantes y sanas, verduras y hortalizas de buen tamaño y calidad, estaré obligada a consumir solamente lo que se fabrica dentro del territorio paraguayo, o sea hamburguesa aceitosa del bar de la esquina, Niko, aceite Reina o Mirasol (aunque el de girasol es bueno, pero me gusta mas de oliva), pescado de río, frutas semi podridas, verduras y hortalizas subdesarrolladas y de dudosa calidad... Los envidiosos y conformistas dirán "¡qué lujos, pero mba'e frutos de mar pio!". Yo digo, si a mi me gusta nadie me puede obligar a lo contrario. Y hay que ser sinceros: muchos productos del extranjero son mas baratos que los nacionales...
Por otro lado, aparte de avasallar el estado nuestros derechos de consumir lo que se nos antoje, también nos dice "...produzca lo que el Paraguay consume", y con eso la imposición inversa a la anterior complementa el círculo de impedimentos de naturaleza consumo - producción. Es así como el empresario o el productor que se halla dentro del territorio nacional deberá abstenerse de producir otra cosa que no sea lo que la comunidad paraguaya necesita. De esta manera, queda aplazada la exportación.
Los enunciados por supuesto pueden ser pasados por alto por su creador, es decir el gobierno, que siempre está abierto a "negociar" con el gremio de empresarios, y lastimosamente soy tan malpensada que no creo que en las negociaciones inocentes - a modo de ejemplo el famoso contrato de Itaipu, según el cual hay una contraprestación que nosotros creemos que no existe pero es solo cuestión de abrir un poquito más grandes los ojos...ese es otro tema pendiente - porque el gobierno será ineficiente e ineficaz, pero solo cuando le conviene.
Por mi parte, puedo asegurar que el "fotoshop" a mi al menos no me compra, y que los slogans convincentes como el antes mencionado tampoco lo hará, y que nunca me convencerán de comprar y vender solo lo que me ordenan, no solo porque la Constitución Nacional lo dice: Artículo 107 - DE LA LIBERTAD DE CONCURRENCIA - Toda persona tiene derecho a dedicarse a la actividad económica lícita de su preferencia, dentro de un régimen de igualdad de oportunidades. Se garantiza la competencia en el mercado. No serán permitidas la creación de monopolios y el alza o la baja artificiales de precios que traben la libre concurrencia.... y DE LA LIBRE CIRCULACIÓN DE PRODUCTOS - Los bienes de producción o fabricación nacional, y los de procedencia extranjera introducidos legalmente, circularán libremente dentro del territorio de la República... sino porque, hasta donde yo sé, soy una persona libre y no “un ladrillo más en la pared” (Pink Floyd, Another brick in the wall). Por cierto, ya se habrán dado cuenta a quienes les gustan los términos legales que consumir lo que el Paraguay produce y producir lo que el Paraguay consume es inconstitucional... Finalmente los único que me confirma el llamativo y pomposo slogan "Consuma lo que el Paraguay produce, produzca lo que el Paraguay consume" es el ineludible destino que vaticina el actual gobierno: el AISLAMIENTO. Quienes conocen de historia paraguaya sabrán que su mayor auge fue durante la dictadura de José Gaspar Rodríguez de Francia, claro que fue hacia los años 1814 a 1840, y desde esa época – durante la cual ya era considerada una barbarie ya que la libertad era proclamada por casi todos los rincones del nuevo mundo – el mundo ha progresado bastante en cuanto a pensamiento crítico en busca de la libertad individual. Por ende, en el año 2009 es imposible aceptar el aislamiento que propugnó Rodríguez de Francia, que refrescando la memoria consistió, entre otras cosas, en que el estado adquiere el control e interviene en toda actividad económica anulando el interés privado. Ah! Ahora lo recuerdo... El señor presidente de la república es fan del dictador Francia, y al parecer el señor ministro de hacienda es como un niñito cuyo juguete nuevo es un puzzle llamado economía de estado.
Estamos “destinados” al aislamiento.
