EN estos momentos en nuestro país una luz de sentido común se prende an medio del contubernio que existe entre el dogma católico y el socialismo "del siglo 21". Pocos, pero convencidos, algunos se sientan a debatir sobre este "sacrilegio" del Estado: un Presidente de la República - hasta hace poco Obispo - que decide hacer una ley de culto. ¿Cuál es el peligro? Que si bien es cierto, ya pasamos por la experiencia de que la iglesia católica se inmiscuya en la política sin hacer caso a la regla de juego de dedicarse exclusivamente a "las cosas de dios", ahora pasa a tomar el control de las instituciones públicas y utilizar ya abiertamente a la religión para hacer política, en este caso, basamentados en la teología de la liberalización. De por sí el Estado, por Constitución Nacional de la República del Paraguay de 1992, propugna la libertad religiosa. Sin embargo, la mezcla macabra de fanatismo cristiano con la supuesta revolución del proletariado, no hace otra cosa que convertir la llama de la ignorancia en un incendio e violencia. No está lejos - y ojalá me equivoque - que mas adelante sean utilizadas las masas pseudo izquierdistas para originar una ruptura del estado de derecho (que tanto nos cuesta enderezarlo por estos lares, valga el juego de palabras) y que este gobierno neo socialista y secular implemente una nueva dictadura, claro está, fundamentada supuestamente en "el pueblo", que como sabemos tanto daño hace al individuo.
Y si abrimos mas los ojos, podremos mirar mas allá y aprender de la experiencia ajena, que como me gusta decir "es mejor aprender de la mala experiencia ajena que de la propia", y ver que en los paises en conde la religión es el estado, no existe mas que violencia. (Verbigracia: guerra en oriente medio)
La imposición de la religión en los espacios públicos es el inicio de la violencia hacia la libertad de expresión. Una imagen religiosa en una escuela, es un atentado hacia la libertad de culto.
