Se te extraña por acá. Lamento decir que he descubierto, mas bien confirmado, que cuando una persona pierde su razón de ser tiende a autodestruirse. Ya sea convirtiendo su existencia en un tedio insostenible, ya sea matándose de a poco. Un camino pausado hacia la locura socialmente aceptable. Ningún objetivo cumplido, solo el penoso y oscuro viaje hacia el fin, perpetuamente buscando, sin sentido, redención. No hay perdón. No hay cura. No hay resignación. Solo el ridículo pensamiento de volver al pasado y hacer las cosas bien. El bien y el mal sí existen. El bien es tu vida, tus pulmones con aire, tus ojos abiertos, tus pies caminando a un año y siete meses de haber nacido. El mal es el presente, odioso y tedioso sin vos.
Autor anónimo.
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