Está bien, es cierto, el juego en la arena política es cochino. Si querés ponerte la camiseta y entrar a la cancha preparáte para mirar con otros ojos a la lealtad, la moral, la ética, la justicia, la impunidad y muchos otros valores convencionales, porque algunos tal vez se vuelvan ambiguos. Lo importante es para qué entrás a jugar. Si tu objetivo es tan mediocre como para no hacer otra cosa que dinero embaucando a conciudadanos a través de ella, no vale la pena dirigirte la palabra, chau. Si sos un proyecto de dictador o aprendiz de totalitario con ansias de poder y emperrado en un modelo de socialismo inservible, que no dejarás de utilizar aunque te hayas dado cuenta del daño que pueden causar tus delirios, considera comprarte una isla e invitar a ella a ciertos personajes de caricatura. Ahora, si tu fin es cambiar para mejor el medio donde vivís, es decir, hacer que la estructura social garantice tu desarrollo individual y claro está el de los demás habitantes de dicha sociedad, entonces sabés lo que querés. La cuestión es cuando, ahogado en una mezcla de decepción e indiferencia, pensás que lo mejor es no meterse en política. Es un error... a menos que hayas conseguido vivir tan al margen del sistema que tu existencia sea irrelevante en el mundo. Pero para ello ni siquiera deberías comprar un chicle (objeto de consumo que es consecuencia del capitalismo, que paga IVA, y que te hace ingresar indefectiblemente como pasajero del tren de la economía). La política te afecta siempre, son los protagonistas de ella quienes marcan las pautas en el gran circo que se monta cada vez que cambia el gobierno de un país. Entonces, si este espectáculo está minado de payasos y sentís que desde algún espacio físico o virtual podés hacer que el circo se convierta en una herramienta para que no nos sea tan difícil desarrollar nuestra personalidad sin molestar a nadie, bienvenido, eres un ciudadano consciente de que no se puede huir de la política.
Caricatura: www.edomix.com
El tiempo es una calesita, y sube, baja,hay música, vértigo, risa, diversión, llanto, miedo, buen asiento, mal asiento, compañeros de asiento, asiento sólo, sin asiento colgado del barrote etc. Dá vueltas, llega un momento en que por un segundo estás en el mismo lugar que antes... pero diferente.
Qué decadennnncia...
Dr. Zhivago (Boris Pasternak)
http://www.scribd.com/doc/63510785/Pasternak-Boris-El-Doctor-Zhivago
http://www.scribd.com/doc/63510785/Pasternak-Boris-El-Doctor-Zhivago#fullscreen
http://www.scribd.com/doc/63510785/Pasternak-Boris-El-Doctor-Zhivago#page=1
martes, 26 de abril de 2011
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Excelente reflexión!! Aunque no nos guste, aunque nuestra percepción sea malisima, aunque la corrupción lo cubre todo, la política nos marca durante toda la vida.
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